Aventura Vertical Edición 82


Editorial


Gracias a nuestros colaboradores hemos reunido una serie de crónicas y reportajes relacionados con las maravillas naturales de nuestro país. Escenarios donde propietarios ejidales o privados han sabido conjuntar proyectos económicos y de conservación ambiental en empresas turísticas, en los que el principal elemento es el entorno natural.


El turismo de naturaleza debe optimizar sus servicios y basar sus operaciones en una filosofía de bajo impacto y en el principio de sustentabilidad: uso de los recursos de forma integral para que éstos sean la base de los ciclos económicos, que se pueden cumplir sin dañar a la naturaleza. Para lograr lo anterior, es necesario tener un compromiso verdadero y honesto, en el que prevalezca la conservación y el mejoramiento de los recursos naturales, unido a un servicio personalizado, eficiente, seguro y cordial para los visitantes.


El relieve mexicano se caracteriza por sus valles, montañas, ríos, bosques, selvas, desiertos, lagunas y playas, lo que representa una inmensa riqueza por disfrutar, sin detrimento de ésta. Lo contrario ha sucedido: saqueo, contaminación y destrucción han sido las constantes de las irregulares y desorganizadas actividades que muchas empresas turísticas ofrecen.


La oportunidad está puesta y podemos contribuir a la conservación del planeta, aprovechando con responsabilidad nuestros recursos naturales y culturales. Debemos tomar conciencia de la importancia de la planeación y organización en el desarrollo turístico, para poder conciliar los intereses sociales, ecológicos y económicos de quienes participan en él.


Esto permitirá que el turismo en México sea fuente de ingresos para quienes ofrecen algún producto o servicio, y también una vía de recuperación y preservación de nuestro ambiente, la cultura y la sociedad.


Carlos González